Factores como la baja productividad, debido a la falta de políticas estatales ha llevado a una migración constante del campo a las grandes ciudades.
El ministro de Agricultura, Xavier Lazo, durante la primera reunión del año del Grupo Diálogo Rural dijo que “los jóvenes son el factor fundamental en el que deben concentrarse las políticas públicas”. Este ha sido un tema tratado ya en varios foros donde ha quedado claro: el agricultor envejece y los jóvenes, por falta de rentabilidad, trabajo, falta de oportunidades y de servicios básicos, desea irse a las ciudades.
El ministro agregó que que existen índices preocupantes relacionados al promedio de edad de los agricultores y al nivel de escolaridad de los mismos. “En el primer grupo, la edad promedio supera los 47 años y el índice de escolaridad es de 7 años”. Según Rimisp el funcionario expresó la importancia de actualizar la malla curricular.
En el campo hay preocupación por algunos factores que tienen que ver también con los retornos de la inversiones, supeditadas no al rendimiento sino a precios oficiales que muchas veces están fuera del mercado, al escaso financiamiento y el poco acceso a la tecnología.
Cristina Toapanta, considerada como emprendedora pro Rimisp, manifestó que “los pequeños productores representan alrededor de 85% de unidades productivas del país y de ellos depende la seguridad y soberanía alimentaria. “La agricultura no solo es producir, es una cultura de querer la tierra, de transmitir los conocimientos”. Indicó que para lograr un desarrollo integral se necesitan cambios profundos en la educación, la salud, la vialidad, los servicios básicos.
La falta retorno de las inversiones en el campo se apega a aspecto culturales negativos que que se ahondan con la falta de acceso a nuevas tecnologías y proceso. Allí un elemento básico: no hacen análisis de suelo, que es la clave para mejorar la eficiencia. En nuestro país las fincas y sus diferentes cultivos que tienen niveles de productividad extraordinarios son muy pocas. Es necesario por tanto potenciar el adecuado uso de fertilizantes, lo que mejoraría la situación de los agricultores ya que muchas veces el agricultor se olvida del suelo donde siembra sus cultivos y cuando se usa fuentes de fertilizantes inadecuadas y en exceso, en lugar de subir la productividad, termina colapsando el cultivo y eso lleva al fracaso en las siembras.
SUS EFECTOS NEGATIVOS. Factores como la baja productividad, debido a la falta de políticas estatales ha llevado a una migración constante del campo a las grandes ciudades. Las políticas públicas están en deuda con la juventud rural, porque no generan condiciones adecuadas para hacer del medio rural un lugar atractivo para vivir y realizarse.
Un “ámbito crítico de estas políticas es la educación”, que requiere innovar en la búsqueda de alternativas de formación más pertinentes y adecuadas, dice Rimisp, tanto en términos de contenidos técnicos, como en su capacidad de adaptación y respuesta a estas trayectorias de tránsito entre lo rural y lo urbano, como parte del proceso de construcción de un proyecto de vida.
Algunos ejemplos de cómo la educación puede constituirse en una oportunidad o ser una restricción, es lo que revisamos en este primer boletín institucional de 2020, señala la entidad. Cree que de sebe superar la idea arraigada sobre la juventud rural como un problema. Ello no implica desconocer que las personas jóvenes encuentran severas dificultades para acceder a oportunidades laborales en el campo y enfrentan importantes brechas respecto de sus pares urbanos. La invitación es a mirar al mismo tiempo estas brechas y restricciones, con el conjunto de oportunidades derivadas del hecho de encontrarnos ante la generación de jóvenes rurales más educada e innovadora que hayan visto en su historia las sociedades rurales de América Latina.
Fuente: Expreso
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